El CATIE continúa formando profesionales capaces de enfrentar desafíos y problemas en la agricultura, los recursos naturales, el ambiente y el desarrollo rural, pero también con la capacidad de aprovechar las oportunidades para el desarrollo sostenible. En 2015-2016, el CATIE logró significativos avances en su objetivo estratégico de fortalecer la formación científica y profesional en enfoques sistémicos mediante el desarrollo de productos innovadores en educación de posgrado, profesional y técnica, presencial y a distancia. Asismismo, el CATIE tiene como principal responsabilidad el contribuir a lograr medios de vida, sistemas agropecuarios y forestales, territorios y cadenas de valor sostenibles mediante la investigación sistémica y transdisciplinaria. Con ese fin, en este periodo, la institución, a través de sus programas, realizó acciones que se tradujeron en resultados con efectos positivos para la población rural de Centroamérica. Esta población representa el 41,4% de la población total de la región e incluye al menos, 2,3 millones de familias que dependen de la agricultura. En el periodo 2015-2016, el CATIE continuó su proceso de consolidación como plataforma regional de investigación y desarrollo. Se sumaron nuevas iniciativas y organizaciones internacionales a esta plataforma y se fortalecieron las relaciones con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en las áreas de educación y de investigación. Las iniciativas del CATIE en sus países miembros promovieron la integración con proyectos institucionales y la alineación estratégica con políticas e instancias del sector público del país. Además, se fortalecieron las capacidades de miles de personas mediante la capacitación y asistencia técnica. Finalmente, la nueva administración del CATIE, que asumió funciones en marzo de 2016, enfrentó grandes retos, incluyendo una revisión financiera y administrativa de la institución. La gestión se ha enfocado en mantener los niveles de ingresos y gastos dentro de los presupuestos aprobados, tener un mayor control y una adecuada disciplina financiera, y adaptar la estructura operacional y de costos a las actuales capacidades económicas.

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