El fenómeno de la Globalización generó, desde el punto de vista de la Cooperación Internacional (CCII), el aumento de cuestiones que requerían coordinación de políticas a nivel mundial o regional. La preservación de la seguridad internacional, la protección del medio ambiente, las iniciativas de integración regional, se constituyeron en temas centrales de la preocupación internacional, con el consecuente impacto en las políticas a desarrollar en el campo de la Cooperación. Argentina tuvo un papel muy activo en el área de la Cooperación Internacional, y fundamentalmente en la estructuración del Sistema de Cooperación Técnica y Económica Norte- Sur (sistema que provee recursos de los países de mayor desarrollo relativo a países pobres y en condiciones de subdesarrollo). Obtener recursos provenientes de la Ayuda Oficial al Desarrollo - AOD-, tanto de fuentes multilaterales como de fuentes oficiales de los países desarrollados, era uno de los objetivos permanentes de su política exterior. Sin embargo, en cuanto a las posibilidades de acceso a la CCII y al mejor aprovechamiento de los recursos ofrecidos, nuestro país debió encarar a partir de 1990 la creciente reducción de la participación, al igual que otros Estados con ingresos medios, en los fondos de la AOD. En este periodo, el grado de desarrollo alcanzado por Argentina (reflejado en su PBN y PBN per capita) había limitado su acceso a muchos programas de asistencia y era previsible que las actividades de cooperación en este país tendieran a decrecer. Esta circunstancia fue producto de la evolución del país con respecto a los parámetros de elegibilidad que se establecen para determinar el nivel de acceso a los recursos de la cooperación.

Toba, Desarrollo rural,