Las estrategias de conservación de la biodiversidad han llevado a la formulación e implementación de acciones que integren los sistemas protegidos con paisajes en donde el desarrollo está avanzando en igual medida que la degradación de dichos paisajes. En el marco de los acuerdos internacionales se adopta la planificación adecuada de Áreas Protegidas, de donde se considera la creación de Corredores Biológicos (CB) como una estrategia de trabajo. Los CB promueven la conectividad estructural y funcional entre hábitats naturales que comprenden su Capital Natural (CN), asegurando el paso y el refugio de especies de flora y fauna y sus diferentes procesos ecológicos. Las unidades ecológicas antes mencionadas son vistas actualmente como unidades de gestión de la biodiversidad que mantienen la conectividad y los procesos ecológicos. En estas unidades se vinculan los sistemas naturales y los sistemas sociales. El sistema social puede enmarcarse desde el enfoque de Capital Social (CS) y las relaciones de confianza, colaboración y reciprocidad entre los actores que inciden en el fortalecimiento del CN de los CB. La investigación se basó en dos casos destacados de establecimiento de CB en Costa Rica, los corredores biológicos San Juan la Selva y Volcánica Central Talamanca. Para el desarrollo del estudio se aplicaron diferentes metodologías descriptivas tales como diagnóstico de capitales de la comunidad, líneas de tiempo, análisis CLIP, análisis de redes sociales, capacidad institucional y triangulación de métodos. Con esta información se aproximó a una primera validación del concepto de CS en plataformas de gestión que se constituyen en los CB y la precisión de su valoración en el contexto de la conectividad social. Los resultados obtenidos indican que la conectividad social en plataformas de gestión como lo son los corredores biológicos no responden directamente al fortalecimiento de la conectividad ecológica, pero algunas características si permiten ver esta incidencia. Esta relación es efectiva cuando en la estructura social de un corredor biológico se tiene claro hacia dónde quiere llegar, como lo va a hacer y quien será el responsable de cada acción a realizar. La planificación efectiva se convierte entonces, en una herramienta esencial para el cumplimiento de los objetivos. Esto tiene una estrecha relación con los actores que participan en estas plataformas, principalmente los agentes de cambio, quienes canalizan mayores oportunidades por su posición central dentro de la red social. Con los resultados obtenidos fue posible proponer un primer modelo de gestión eficiente de los corredores biológicos donde se incluyen y definen tres grandes componentes: la estructura organizacional, los medios y estrategias de vida para los pobladores locales y la participación efectiva en estas plataformas de gestión. La suma de estos tres componentes se aproxima a los recientes enfoques de sistemas socioecológicos que se están desarrollando en diferentes lugares del mundo.

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