Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), suministran un trazo significativo para el desarrollo (Cantú-Martínez 2016) y su cumplimiento requiere la integración de esfuerzos en los diversos planos económicos, sociales, ambientales y políticos. La agenda 2030 para el desarrollo sostenible y los 17 objetivos de desarrollo sostenible requieren, entonces, de la participación de los diversos sectores y actores de la sociedad para su implementación (CEPAL 2019). La toma de acciones, con los consecuentes resultados que contribuyan al cumplimiento de los ODS, requiere por lo tanto establecer interacciones en diversos planos y coordinaciones de carácter vertical y horizontal que posteriormente expresen los acuerdos y consensos en acciones a nivel territorial (Davoudi et ál. 2008). Este reconocimiento motiva la necesidad de examinar más de cerca el rol de los espacios de encuentro,
foros de concertación y plataformas de gobernanza en el cumplimiento de los ODS. Los Bosque Modelo, corresponden a uno de estos espacios. El concepto Bosque Modelo (BM) surgió en la década de los 90´s en Canadá, como una propuesta para impulsar procesos de base social, y así que los actores vinculados a las fuerzas ambientales, sociales y económicas de un área, definieran una visión compartida sobre la gestión forestal sostenible
(Barriga et ál. 2007). Los principios esenciales que guían su accionar, relacionados con el enfoque de trabajo a escala de paisaje, la articulación público-privada, el compromiso con la sostenibilidad, el intercambio de conocimientos y la generación de capacidades (RIBM 2019a), permite que los BM actúen como espacios de encuentro que, sostenidos en una buena gobernanza, facilitan la aplicación de programas y políticas de interés territorial, así como los enfoques y lineamientos de tendencia global, aportando con ello a los compromisos mundiales, regionales y nacionales relacionados con la gestión sostenible del paisaje. El objetivo del presente trabajo es evidenciar la manera en la que los Bosque Modelo articulados a través de la Red Latinoamericana de Bosques Modelo (RLABM), han contribuido durante la última década al cumplimiento de los objetivos y metas de desarrollo sostenible de la agenda 2030, establecida por la ONU. Los resultados descritos muestran cómo las diversas estrategias e iniciativas surgidas de los procesos de gobernanza participativa en estos BM aportan al abordaje de los desafíos globales. Estos hallazgos, a largo plazo, enriquecerán la discusión a nivel global de la Red y de los territorios que la conforman en aras de fortalecer la gestión de los paisajes y de los bienes y servicios de interés
común que brindan, y la forma en la que la población representada a través de sus instituciones y organizaciones los gestionen y manejen.

ODS, Bosque Modelo